Saturday, February 13, 2010


Francisco Méndez, guitarrista

miércoles 11 de febrero de 2009 Periódico Por Esto!



Manuel Iris




Hace unos días, sin ruido alguno, el guitarrista yucateco Francisco Renán Méndez Diego (1982), partió con rumbo a Viena, Austria, para continuar sus estudios en el Prayner Konservatory Für Musik und Dramatische Kunst. Su partida significa la continuación de una fuerte, si bien reciente, tradición de la guitarra clásica en Yucatán —como ejemplo podemos y debemos recordar al joven Cecilio Perera Villanueva—, al mismo tiempo que significa la reafirmación de una ya conocida y rica tradición guitarrística mexicana. El artículo que hoy escribo sobre Francisco Méndez pretende reconocer los esfuerzos que, como artista dedicado día a día y en silencio a su trabajo, lo han llevado a esta nueva etapa en la que su carrera, de algún modo, empieza verdaderamente. Quienes lo conocemos y estimamos sabemos bien que no ha sido fácil para Francisco Méndez, para Paco, llegar a este momento. Basta decir que luego de haber sido aceptado y becado, aunque siempre con apoyo económico insuficiente, en The Boston Conservatory of Music (Boston, Massachusetts), el Chicago College of Performing Arts (Chicago, IL.), el Conservatorio Giuseppe Nicolini (Piacenza, Italia), y el Conservatorio Antonio Vivaldi (Alessandria, Italia), ha podido conseguir, solamente hasta ahora, y a base de apoyos de familias que conocen su talento, junto con algunos otros del Gobierno del Estado, tomar una, la mejor, de estas ofertas. Sus amigos y familia hemos sabido la tristeza que ha significado no poder tomar, una tras otra, las posibilidades anteriores.


Como cualquier historia humana, la de Paco Méndez ha empezado desde antes y en completo anonimato. Puede decirse, para hacerlo rápido, que aprendió a tocar guitarra con su padre, continuó de forma autodidacta, y comenzó sus estudios formales en los Talleres de Guitarra de la Universidad Autónoma de Yucatán, de la cual llegó a ser director. Esa orquesta, de la que han salido otros talentos como el cantautor Luis Tinoco, se encontraba a cargo de uno de los fenómenos musicales más importantes que han llegado alguna vez a la península de Yucatán, el guitarrista australiano Anthony Lamont García. La orquesta ahora se encuentra, si no me equivoco, bajo la dirección el maestro Manuel Rubio, guitarrista mexicano ampliamente reconocido internacionalmente, y quien también alimentó con esa técnica limpísima que le ha valido su trayectoria, y sus consejos, la ejecución de Paco Méndez. Como si todo esto no fuera suficiente, y para medir sus propios alcances, Francisco Mendez ha tomado clases magistrales con guitarristas de la talla de Manuel López Ramos (Argentina), Carlos Bonell (UK-España), Juan Carlos Laguna (México), Joaquin Clerch (Cuba), Pavel Steidl (República Checa), Masahiro Ojiri (Japón), Álvaro Pierri (Uruguay), John Williams (Australia), y Manuel Barrueco (Cuba-USA), al mismo tiempo que ha participado como solista en importantes festivales nacionales e internacionales, tales como el Festival Internacional de Guitarra 2003 (Xalapa, Veracruz); el Festival Internacional "Guitar Foundation of America" 2003 (Mérida, Yucatán); el XII Festival Internacional de Guitarra Leo Brouwer 2004 (Habana, Cuba); el Festival Nacional de Guitarra Paracho 2004 (Michoacán), el Ciclo de becarios del Instituto de Cultura de Yucatán 2006 (Mérida, Yucatán), el Primer ciclo de Guitarra del ICY 2007 (Mérida, Yucatán), y el Festival Internacional "Guitar Gems" 2007 (Netanya, Israel), entre otros.


A pesar de haber hecho el listado anterior, no quiero aquí hacer un burdo curriculum vitae de mi amigo, sino hacer notar su talento, ya que me parece que su partida no debe pasar desapercibida en el contexto cultural de estado. Quiero también, de nuevo, luego de compartir una amistad que se lleva ya casi la mitad de nuestras vidas, expresarle mi admiración como humano y artista, mandarle mis buenos deseos en su viaje y darle, otra vez, unas palabras que le he escrito hace poco más de un lustro. Todo el éxito, hermano. Todo el éxito, artista.



Guitarra y canción nocturna


Poema lorquiano para Francisco Méndez



Sin desangrarse en acordes
ni en pétalos ni en palabras
seis tallos de flores negras
se acuestan en la guitarra.

La noche ya está durmiendo
y yo no sé despertarla.

Tres niñas de frente blanca
me llaman con voz profunda
las otras tres, como agujas
me punzan la piel llagada.

La noche ya está durmiendo
su largo sueño de bruma.

Madera parida en canto,
sonido de voz labrada,
me van dejando la sombra
tus niñas enamoradas.

La noche ya está durmiendo
y yo no sé des
pertarla.

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